…
La vida me ha dado una de las más excelsas bendiciones que cualquier hombre, esforzándose a dar lo mejor de sí, pudiera aspirar. No digo que en lo personal no me he tenido que esforzar por lograr esa meta, sino que de antemano he dado mucho en cuanto a que sí, ha sido para mí un extra que ni siquiera se compara con lo que me resta; pero no se tome esto como una carga ni un peso que yo no haya querido como propio, ya que aun que me ha costado un penoso camino, me he visto recompensado con los más nobles sentimientos que a mí pudieran llegar y ha tenido que ser, solo de esta manera y, motivado por propia convicción, es decir; mi aliento se ha concentrado en deshacerme de mis viejos e insultantes hábitos que hasta entonces había venido arrastrando -y esos sí, como pesadas cadenas ahogando mi consciencia- y sin la menor idea de cómo poder hacer vida en otra sintonía, pensando que esa era la única manera -que a mí me había tocado- de ver hacia adelante enfrascado en una nefasta opresión. He cambiado porque caigo en que mi vida es otra desde aquel momento en que una luz se encendió frente a mis ojos como caída del cielo y se posó en el lugar donde solo debería de existir la nobleza, y es que, de otra manera la vida sería tan aburrida y las aspiraciones tan banales y sin importancia alguna que, yo me preguntaría: que sería de mi vida así…? Ya no tiene sentido tropezar con el pasado, lo peor ya no está dentro de mí, se ha esfumado, ha salido de la misma manera en que hace años así llego, por el contrario, estoy más agradecido que el eterno presidiario que consumo su condena.
Mis múltiples ocupaciones me demandan tiempo y esfuerzo, pero valen la pena ya que eso me mantiene en pie y le doy sustento a mis seres queridos. Sin embargo; de un tiempo a la fecha me he dado a la tarea de mirar de cerca un comportamiento por demás excéntrico aun que no menos común entre la gente, ya que al observar a nuestro alrededor nos damos cuenta de que la psiquis del común denominador se ve de cierta manera alterada, ya sea por cuestiones congénitas o adquiridas en lo cotidiano de la vida. Por doquier se ven sujetos que divagan en sus más profundas observaciones y que se tienden en reflexiones dejándose llevar hasta el otro lado de sus instintos y, mentes ilustradas en los entenderes generales. Pero si se pone atención, saltan a la vista personajes que de cierta manera se salen de los parámetros de los cuales se podría acotar con ciertas métricas y a la vez con sus deslices. No hace falta dominar el conocimiento del comportamiento del hombre o gozar de dones predictivos o clarividentes para caer en un sensato raciocinio y juzgar a uno u otro individuo, solo baste decir que estando uno en sus sanos cabales se podría dilucidar entre un estado salubérrimo y uno de perturbación mental.
Pero no quiero caer en exageraciones o deplorable convicción a cerca de mi primordial objetivo, ya que de esta manera se vería alterada la ecuanimidad al hacer mis conjeturas en lo relacionado con las observaciones que me traen en este asunto en particular, sino por el contrario mi más grande deseo es traducir el fino reflejo de las pesquisas, lo que estos ojos vieron por sí mismos y lo más certero posible del caso sin caer en lo inverosímil o lo fantasioso. Que en este último punto en particular no tengo nada que decir o refutar de dicho comportamiento, dado que la mente es tan veloz en determinadas circunstancias que, para el ojo humano no es posible determinar de dónde proviene sus juicios, eso por un lado, por el otro, me es imposible imbuirme en la mente quebrada y agolpada por ideas tan dilatadas, con espesos pensamientos de un raciocinio por demás ágil y abierto. Lo único que puedo ver de todo este embrollo es que, en un comportamiento de esta naturaleza se demuestra hasta donde sus caminados pasos pueden llegar dentro del pensamiento humano, y para ser honestos, sin saber hasta dónde lo podrán llevar o si su constante inquietud por lo abstracto no terminen de por sí, con un trastorno de por vida.
Considero que a la larga en ese constante trotar por espacios desconocidos e insanos por alguien con su viable juicio, podrá recaer en lesiones irreversibles o incluso sin el menor respaldo medico para su tratamiento, pero para este caso en concreto, de lejos se ve que es un modus vivendo, una enajenación distorsionada y sin límites, no hay nada que lo postergue en la cordura y en la sensatez, sin miramientos se deja llevar por el ímpetu de lo casual e intrépido y sin la menor pizca de sosiego.
Ante lo relevante de este asunto tuve la necesidad de consultar a un erudito en el tema de la mente y sus diferentes facetas, el detalle de esto radica en que viendo las cosas de cerca no es nada fácil pasar por alto un comportamiento de tales magnitudes y es así como el Dr. Erasmo Canto trató de orientar mis ideas hacia un rumbo más factible de poder entender los hechos. El Dr. Erasmo Canto Egresado de la Universidad A.E.M. es un magnifico medico, virtuoso del tema psíquico y es graduado con honores académicos en su especialidad, el estudioso maneja la hipótesis de que en la actualidad es un fenómeno que no se puede tomar como aislado dado que una fuerte efervescencia repara en la mente de personas con ciertas cualidades a la predisposición de quebrantos mentales, afectando así tanto en su personalidad como a su estado general de salud.
Hago hincapié en que el Dr. Erasmo no ha tenido contacto físico y directo con el paciente, solo se ha limitado a reconstruir un diagnostico a partir de los datos por mí proporcionados considerando por él lo fehaciente de mis observaciones. Comentando el tema, llegó a la siguiente conclusión: Como primer punto; que el enfermo -por qué así es como lo comenzó a tratar desde que quedo la historia clínica en sus manos-, es dotado de una extraordinaria máquina de procesar ficción partiendo desde sus mas ínfimos detalles cotidianos hasta extralimitarse en las esferas del lado oscuro de su mente, es decir; toma cualquier objeto que a su paso va y lo desmiembra en sus más elementales componentes para de ahí sacar el fruto de una quimera englobada en un ambiente flotante que solo existe en su percepción. Como esto lo toma desde su muy particular punto de vista, opta por mezclarlo con lo inimaginable para cualquier mente sana, postulando desvaríos habitados en recovecos de su cerebro dilatando así las ideas en situaciones que están fuera de contexto.
Segundo punto; puede darse el caso de que cunda el alma de individuos susceptibles y propensos a sus oscuros juicios, traduciéndose esto en una pandemia demencial por donde transite y toque con su palabra, no se diga influya directa o indirectamente en un ambiente social más cercano y prolongado con los de su generación, transmitiendo así lo nefasto de sus reflexiones. Aparentemente se ve noble pero de acuerdo con la información que me ha presentado, dudo que se aloje en él un generoso sentimiento para con sus compañeros, se tiene que seguir con cautela cada paso que dé o de lo contrario les va a pesar. Su mente es delirante y un contagio de parte de él, en un joven de buenos sentimientos se estaría echando a perder por el resto de su vida.
Aquí quisiera hacer un paréntesis en relación con la hipótesis del Dr. Ya que si bien me propuse a realizar la consulta por sus conocimientos, no es que esté de acuerdo en todo lo que él formula como correcto. Para ser sinceros, confío en mi sano juicio, y en mi opinión esto es visto por la trama que se dio a lo largo de sus reflexiones. Desde ese punto de vista tengo mis particulares respuestas del asunto que aquí se postula y no quisiera entrar en controversia sobre mi disertación personal. Prosigo con el fundamento del Dr. Y su posible diagnostico.
Punto numero tres; sus singulares aficiones y pasatiempos es algo que me deja extenuado en tratar de emitir un parámetro de su comportamiento, en el sentido de que persiste en una desmedida y constante practica de representar gráficamente sus ideologías que, denota las trae a flor de piel, una y otra pincelada de color refleja drásticamente un estado totalmente desequilibrado tanto emocional como intelectualmente: Para después entrar en desquiciadas y laberínticas formas que entretejen una danza pictórica detenida en el tiempo. Con una perspectiva a otras latitudes, enmarca sus creaciones en ángulos muy diversos en la representación de su pensamiento. En relación con lo que en ocasiones se sale de lo armónico, sobre todo me quedo en ascuas al tratar de entender las extrañas notas del contenido del disco II de Ummagumma por ejemplo en The Narrow Way parte 2, esto es algo que se sale de lo racional…!!! La verdad me cuesta un áspero trabajo descifrar forma melódica por mí conocida ya que, de seguro existe un lioso código que solo a sus oídos le es familiar. Solo cuando usted mi querido y viejo amigo me hizo el honor de traer este caso a mis reflexiones pude advertir la presencia de dicho material sonoro, que de no ser así, hubiera llegado a la tumba sin que mis castos oídos lo hubieran escuchado.
Como punto número cuatro y final de mis pronósticos, advierto a usted que, de dejarse llevar por sus impulsos de seguir de frente en esta empresa pudiera resultarle adverso a su salud mental y emocional, piense en su distinguida familia que no se merece estar de cerca con ese mal. Solo me queda decir que para el efecto de que usted persistiera en este caso, tendría que asegurarse de estar protegido por todos sus costados ante una posible envestida de un mal que a la larga le puede pesar, y le ruego por la amistad que nos mantiene desde hace una eternidad, que mire hacia otros horizontes y deje por la paz este punto. Sin más que decir le ruego tome en cuenta este humilde diagnostico de ese sujeto, sepa usted que mis recomendaciones se basa en una larguísima experiencia de estar sumido en la literatura de todos los tiempo a fin de conocer el intricado comportamiento de la mente humana.
Con un semblante frío mi querido amigo se despidió:
- Le ruego tome en cuenta mis dictámenes y de paso me saluda mucho a su distinguida familia -manifestó preocupado.
- Pierda usted cuidado mi querido amigo, y los saludos los are llegar con gusto, de la misma manera le da mis más calurosos saludos a su fina familia y hasta la próxima.
Como es de notarse en el diagnostico del connotado Dr. expone un resumen de sus observaciones haciendo resaltar la problemática que encierra el mundo locuaz de una mente fría en sus pensamientos y álgida en sus expresiones, donde se da rienda suelta a tan frívolas ideas revotando en el espejismo de una deplorable insania. Pero por lo que a mí respecta, no versado en estos menesteres del pensamiento, claro está, solo podre decir que muchas de las cosas aquí tratadas me son de cierta manera familiares, aun que no sé responder de que manera son así, es solo un leve presentimiento que no sé cómo interpretar, pero a la vez me resultan muy cercanas, tal vez en un aletargado código genético de mi árbol genealógico se encuentre un impreciso registro.
La visita al Dr. Erasmo, solo fue para tratar de darle un giro a mis vagos presentimientos y tratar de sacarme de la mente esa posible relación, pero no sé si funciono o no, a decir verdad, no sé ni si quiera como me fui a relacionar con toda esta trama y hasta la fecha siento un ferviente deseo por continuar hasta el final…!!! Es algo que no me deja ni a sol ni a sombra, ese fue otro de los motivos por los cuales tuve que asistir con mi amigo y pedir un consejo profesional a ese respecto. Pero la verdad me sentí un tanto apenado por que se diera cuenta que yo iba a persistir en una empresa que para los ojos de él y de cualquiera, era una total tontería. Insistió en que no continuara con el asunto por mi propia seguridad y la de mi familia y me siento apenado por este hecho, pero que hago!!! la verdad no lo sé.
Bajo estas circunstancias solo me resta seguir el fiel consejo de mi amigo en el sentido de protegerme de los males que me pudieran acechar, tomé todas mis precauciones y así me traslade a consultar en otras instancias y bajo otros puntos de vista como una idea alternativa y, finalmente recale con un chaman, fui con el Chaman Armando Escobar a pedir su sabio consejo dando cuenta de los hechos que el lector ya tiene referencia, bajo su perspectiva hizo hincapié en que, en todo caso los procesos mentales del hombre se relacionan con las acciones que éste realiza conjugándose así con la personalidad del individuo, esto es, para tratarse este choque de personalidad no se puede dar tratamiento por separado y menos hacerlo de manera inadvertida, se deben de tratar de un solo conjunto a la vez. Me confío que, con una limpia a puerta cerrada y con una fotografía del susodicho se podrían erradicar fuerzas antagónicas en su escaso sano juicio y que de resultar favorable tal hecho se sometería a un proceso de ritos para reafirmar su recuperación, menciono que la oración es una fuerza tal que, se abren los cielos al entonarlas con ferviente deseo. Considera que no hay nada malo en vagar por lugares insondables, que toda la gente en cierta medida lo hace. Tratamos el tema largo y tendido dando reflexivas hipótesis y tratando de darle forma a fin de que yo estuviera más tranquilo, sin embargo; mis deseos son inmensos por seguir de cerca lo implacable de esa desmedida mente, no sé de qué manera lograre librarme de cualquier posible mal, o si eso lo deba tomar como un mal, pero lo que sí es cierto es que mi mortificación a aumentado de menos a más y no quedándome otra salida en mi vida tendré que seguir de frente y terminar con todo este embrollo.
En Malinalco Don Edelmiro me espera en su casa con un preparado de sabia de pirul que combina con mezcal importado de San Gaspar, aun que el vino que preparan en Malinalco es de los buenos, prefiere, para estos casos especiales, el de allá, dice que sabe a rayos pero que me va a purificar de lleno, también, según me cuenta sirve para que se me olviden un poco las penas que vengo arrastrando. Después, pienso tomar un baño de temazcal que prepara con eucalipto y flores aromáticas tradicionales, éste se va a ofrendar a la luz de la luna llena en el patio de su casa desde donde se aprecia el cerro del guardián. Me pidió que llevara una herradura, que de preferencia fuera de un caballo con un albo y lo mejor sería que fuera el anterior derecho, piensa formar un talismán con un listón rojo y unas puntas de sábila entre otras cosas más que me encargo, se va ha hacer una ofrenda envuelta en un xoxopaxtli y una variedad de aceites aromáticos y flores del campo, no me especifico donde se llevaría a cabo el ritual pero eso sí me aseguro que sería de esos bien preparados y buenos para ahuyentar los malos espíritus.
Recientemente me entere de una ceremonia de purificación que se llevó a cabo en la cueva de Chalma, ahí donde se venera a Oxtotéotl el Dios de la Cueva, la fecha ya paso pero es probable que por medio de un conocido, viendo mi desesperación, interceda por mí con Don Roque para que me pueda hacer el favor de iniciarme en el culto, pero lo veo difícil, dice que solo debe de ser en la fecha y bajo las condiciones de preparación que se requieren, a demás, entre otras cosas me dio una lista de implementos que la verdad no he podido conseguir…
En estos momentos no quiero perder más tiempo, voy de salida con algunos de los encargos y pienso pasarme hasta Chalma, la feria del Santo Patrono está por iniciar y en el trascurso de la semana se llevaran a cabo celebraciones de lo más suntuosas del lugar, aun que no es la primera vez que voy al santuario, pienso comprar mi corona de flores y entrar bailando una afanosa danza.
-DULCES PARA EL ALMA-
Un día antes y durante la noche había llovido con gran fragor. En lo que algunos años atrás había sido una calle terregosa y descuidadamente empedrada; las charcas sobre el irregular pavimento permanecían inertes, porciones del sombrío cielo se reflejaban sobre las pequeñas manchas de agua y se respiraba un aire helado que se esparcía en un día sombrío y somnoliento. Rolando salió y se dispuso a seguir el rumbo a casa de sus abuelos, un recorrido por demás conocido para él partiendo de su casa en la calle del chabacano (Zaragoza), nombre tomado del mismo barrio. Desierta en ese momento, al pasar bajo los cables eléctricos solo se apreciaba el susurro del viejo transformador en lo alto del poste. Quedó con ese peculiar sonido de por siempre desde la última vez que se quemo y se convirtió en un monumental castillo de fuegos pirotécnicos. Fue un corredero de gente y los chamacos gritando salieron disparados de la calle al interior de sus casas: en los momentos de calma, después de una intensa lluvia, empezó a estallar y sacudirse al tiempo que salieron una infinidad de luces extremadamente blancas y cegadoras del aparato, los cables de alta tensión que se tendían de un poste a otro se dilataron hasta colgarse a consecuencia del rojo vivo que les invadió, como si hubieran perdido fuerza por una agotadora tensión, su elongación hizo que se reventaran convirtiéndolos en unos inmensos chicotes azotando todo a su paso sin control, fue algo que, aun que ya estaban acostumbrados a esas penurias, sobresalto a todo mundo y con ello dejándolos sin energía por algunas horas.
Poco después doblo por Madero hasta alcanzar una vista dominante de los altos fresnos y los arcaicos eucaliptos de piel desgarrada de la casa de las señoritas Alcocer. Su aspecto es muy notorio ya que la antigüedad de algunos, a juzgar por su costrosa apariencia y sus deterioradas ramas hacen contraste con poco más de la mitad de los demás que, lucen de un verdor sorprendente. Son el hogar de una multitud de bulliciosos zanates que al paso de cualquier ruido los inquieta saliendo en una violenta estampida. La tradición oral del lugar cuenta que; antaño, en la época de los sombrerudos, (las revueltas y el desorden social que se vivía) aquellos que por desgracia caían en manos de los malosos eran colgados de los más grandes árboles alineados sobre la empinada calle y en lo alto, como si estuvieran coronados por pajarracos del mal, parvadas de aves de rapiña aguardaban al calzonudo festín.
La ocupación de Rolando está quebrando la calle a la izquierda hasta tener de frente al Cura Hidalgo.
- Hay bastante por hacer el día de hoy, espero vengas con ganas de trabajar, yo tengo un asunto pendiente y regreso, espero pronto…Pero regreso temprano a ver que tenemos he! – indica el Tío Felipe papá de Fili.
- Si claro, soy materia dispuesta – menciona Rolando.
- Y tú, a qué horas empiezas a trabajar? …hórale que esperas!!! – le dice a Fili. Quien con cierto dejo toma el carro de la máquina.
- Primero que nada quiero que las maquinas estén bien aceitadas - al momento que hacia una indicación con su mano - y no quiero que vayan a empezar con sus carreritas he! – sentencio el Tío.
Salió y no se le volvió o ver durante el resto de la tarde.
- Sale vamos a tener que terminar el pedido de las cincuenta telas para los suéteres rayados – se anima Fili para empezar la jornada.
Al unísono se dejaron escuchar los chirridos característicos de las tejedoras agujas al paso de los carros a una velocidad tal que, solo se podía llegar a esos extremos mientras el Tío no se encontrara en el taller. Haciendo caso omiso de las últimas indicaciones y casi para finalizar la jornada, un brutal sonido invadió el lugar; se detuvo de golpe el carro de Rolando, atascado y sin el menor movimiento ni para un lado ni para el otro se torno una situación desesperante para desbloquear el artefacto, afortunadamente pero con mucho esfuerzo, se destrabó.
Tras ese breve descanso Fili salió y Rolando continúo hasta finalizar su tarea pendiente. A su regreso dijo:
- Qué onda ven. - Misteriosamente se hizo seguir por Rolando.
- Y ahora qué traes maestro…
- Tú sígueme…
Rolando no se había percatado de que sus Tíos, Armando y Felipe no se encontraban en ese momento en su cuarto, razón por la cual Fili lo condujo hasta ahí. No era la primera vez que se introducían en dicho ámbito, de hecho el lugar les era muy familiar.
- Pero no están los Tíos, no crees que se molesten – dice Rolando.
- No vamos a sacar nada, solo vamos a ver qué onda… tu siéntate.
- Pon un disco Fili.
- Sale, ya viste lo que hay en el cenicero? – dice pelando los ojos.
- Sí …
- ! Qué buena esta la música verdad ¡ - dice Fili.
Conteniendo su tosiento esfuerzo y entre dientes Rolando contesto:
- de lujo… - como para desahogarse de la presión.
Sumergidos entre los brazos de una bruma evanescente permanecieron en sigilo oscilándose en sus sitios, indulgencia de la afanosa jornada para enrollarse en las absorbentes notas de Led Zeppelín en un aventurado viaje a sitios distantes.
A través de la oscuridad se asoman dos figuras postradas en sus canapés ondulando la densidad de la música. Rolando hace vagar su mente para caer en esa modesta esfera de la realidad, donde se asemeja a las entrañas de una caverna perdida y olvidada por la razón, donde se develan imágenes que flotan como clavadas en el tosigoso aire que predomina, aroma que llega penetrante calentando el olfato, gargantas anegadas por un turbador humo, recluyendo todo a una atmosfera sellada por una quimera inagotada y a la vez extendiendo los sentidos a horizontes propios de una espesa utopía. Por entre la diáfana luz azul se entreveran las paredes tachonadas de artefactos decorativos en un derroche de arte oscuro representando una época, un momento y un espacio, plasmando ideas que se fracturan y se desenvuelven mostrando un pensamiento lleno de estiradas percepciones. Objetos de simbolismo fosco e impenetrable a la vista del neófito, con emblemas solemnes y casi sectarios que sobresalen de entre las oscuras paredes. En las tinieblas infranqueables se percibe una sensación como si se estuviera en el mismísimo espacio celestial, con una profundidad inalcanzable a cualquier brazo estirado. Después de los últimos suspiros se detiene la música y todo queda igual… con el mismo sigilo que entraron, así mismo, salieron sin dejar el menor rastro de su presencia, solo envueltos en una aromática estela de incienso.
Se tiraron con rumbo al parque de la alameda sin una meta fija y caminaron en sumo silencio bajo la rala sombra de los alineados fresnos y eucaliptos de la propiedad de las arcaicas señoritas. Rolando, como si levitara sobre el pavimento a su paso, alzo la mirada sobre los legendarios titanes escudriñando sus siluetas, notando que de entre sus cortezas se desprendía su exuberante longevidad y por sus rígidas y estiradas ramas una monumental presencia de lo que fueron sus años mozos.
A lo lejos se divisa el tupido follaje de la arboleda; de los más altos y viejos cuelgan sus hilachos grisáceos, heno de suave terciopelo que descienden como si se estuvieran despellejando. Los múltiples pasadizos se convierten en un delta de rojo tezontle bordeado de pequeñas tapiecillas que conducen a todos los lugares y a ninguno en concreto. Una que otra charca en medio del paso da muestra de la intensa lluvia de días. Todavía se llegan a divisar algunos vestigios de lo que eran las torrecillas de un antiguo alumbrado, sus bases toscamente decoradas en metal vaciado casi se evaporan por el tiempo y una y otra insistente capa de pintura ocultan su verdadera identidad, después se levanta de ellas un delgado mástil que remata en lo alto con cuatro dragoncillos alados de aspecto demoniaco de donde antaño pendían las farolas. El nutrido césped hace un conjunto de bloques geométricos dispuestos algorítmicamente dando forma a un laberinto de cierta lógica, chaparros setos como manchones por alguna avenida son ornamentados de pequeños frutos rojos como manzanitas.
Al cruzar el parque se encontraron con el güero Martín. Intercambiaron un simbólico lenguaje donde trataban puntos de vista o en relación con algo y una sarta de movimientos con gestos manuales de una jerga solo conocida por ellos que terminaron dándole con rumbo a Chalchihuapan. Mi contemplación se sumió por unos minutos en unos jóvenes que entusiasmados jugaban baloncesto en una de las canchas. Al proseguir el curso de los hechos de nuestro buen amigo Rolando y su generación me pude percatar que me habían dejado por un buen trecho, de no ser por un fuerte viento que me hizo voltear en dirección a ellos los hubiera perdido de vista y la historia aquí la daríamos por terminada. Reanude mi paso, y a lo lejos vi que algo sacaba de las bolsas de su chamarra de mezclilla el Güero Martín y lo distribuía a Rolando y Fili, pero, sin la menor importancia al hecho, de nueva cuenta tuve noticia de ellos más de cerca.
En cuestión de minutos Rolando era invadido por unas risotadas fantasiosas y movimientos hasta cierto punto exagerados producto, supongo yo, del buen humor del Güero… su flotante andar se acentuó aún más y su cabello se movía a la par con el aire que corría, de repente se agachaba a tomar una piedra para lanzarla contra lo que se le apareciera enfrente y con la idea de acertar, él decía que, era tal su puntería que podía darle a la hoja del árbol que él quisiera…En dirección contraria se aproximaron Chucho karate y uno más que, por lo visto, éste último venía mudo y sus ojos tan entorchados que casi los traía cerrados y su único gesto de saludo era de una minúscula sonrisa, traían consigo una guitarra entre otras cosas personales y un morral bordado en vivos colores de estilo Nayarita. De igual modo se saludaron.
- Qué onda pa onde van – pregunta karate haciendo una trabajosa mueca de risa.
- A ver qué se ve por aquí – dice el Güero.
- Y ustedes qué maestros, de donde vienen – menciona Fili.
- De Chalchi. Como ven? si quieren… para las lombrices – al momento de que karate saca una botella con un líquido color reposado y al parecer, conteniendo un gusano en el fondo del envase.
- Pues como va…
Así tomaron un atajo por entre unos cables de púas para adentrarse en una parcela donde se hallaba un pequeño canal de aguas cristalinas, los árboles al pie de la corriente de agua guiaron su andar hasta un lugar que Rolando lo visitaba con cierta frecuencia y lo conocían como el trono, éste era llamado así por un peculiar árbol que tirado cruzaba sobre el canal ofreciendo un descanso sin igual y a la vez un subterfugio.
En torno al que intentaba dar un recital de cuerdas, el cual, tenía más ganas de caer postrado al suelo y no saber de sí que de hacer alguna interpretación, la situación se puso más espesa y el gusano andaba rolando por todos lados.
Rolando se desvaneció inspirado seguramente por las melosas notas de la guitarra y se sumió en un profundo letargo postural:
“Caminó por el sendero del canal de aguas cristalinas, de aquellas aguas con una densidad tal que, casi flotaban, con una transparencia como la del mismo viento que levanta sus alargados cabellos, con un brillo de miles de centellas entre las tinieblas. Su paso lo desvió hacia una pequeña montaña de forma muy peculiar por lo que un camino lo guio con destino ignoto, al llegar al puerto observo una bella vista con tierras jamás conocidas por pie alguno, al descender lo topo con una comarca de gigantescos árboles con aspecto de ceibas, de gruesísimos troncos que bien podrían juntarse unas seis o siete personas tomadas de sus manos y, solo así sería posible que se le rodeara al tronco de los de menor grosor. Su tono en verde olivo oscuro casi gris se mantenía en su estirada y lustrosa piel y remataban con copetes exuberantes en aplanadas ramas de sentido horizontal. En la región de los Yerthaas dueños de aquellos lugares, los ceibos son cultivados por sus atributos en la longevidad de la vida espiritual y como vinculo de este bosque con el espacio dimensional mayor fuera de su mundo pensante, ellos beben la sabia extraída del centro del grueso leño, su extracción es un mito, dado que el tronco de los ceibos es de una dureza petrificada, su sabor es tan amargo que perdura por varios días, por el mismo espacio de tiempo en que pierden la razón y la realidad de donde viven para evadirse hasta las alturas de sus horizontales ramas. Se dice que pierden la noción del espacio y el tiempo, motivo por el cual viajan a diversos mundos”.
De estos detalles Rolando se pudo percatar por visitas anteriores a estos entes vivientes pero en otros lugares igualmente extraños y remotos. De qué manera, también es un misterio…
“El bosque de ceibas estaba en medio de una gran cañada atiborrada de vegetación de donde, saltaban grandes langostas moradas con bulbosos ojos amarillentos por entre las copas de los achaparrados árboles -aun que estos insectos tenían el tamaño de un gato, estaban dotadas de una extraordinaria agilidad- los pequeñísimos árboles de no más de setenta u ochenta centímetros, presentaban un aspecto de gigantescas coliflores ya que, se detenían con un grueso tallo verde pistache pero denotando cierta fragilidad a juzgar por su aspecto gelificado, de éste exhalaba un humeante vaporcillo acompañado de una goma cristalina purpurea, éstos tallos eran devorados por las nefastas langostas. Al pie de las coliflores, una gamma de hongos de vistosos colores que rara vez se ven en la naturaleza así como de variadas formas y tamaños, se procreaban emitiendo una bruma azulosa y helada. Lo que antes había sido solo un murmullo, se fue convirtiendo en un tosco sonido agravado por una especie de estruendo provocado por el fragor de una enorme caída de agua en forma de catarata. La caída era tal, que no se miraba fondo alguno, solo la bruma espesa del agua al difuminarse. Al frente se pintaba un inmenso arcoíris invadido de briza y los vapores del agua al caer.
A su costado derecho sobre la catarata, por un rustico paso de una veteada madera color azulada conocida como corazón azul - que al paso se sentía como si se estuviera pisando sobre una losa de hierro solido por lo helado de su sensación - se abrió camino a la gran ceiba mutilada de los Yerthaas. De su robusto tronco, en su base, se abocarda un espacio cavernario de una oscuridad profundísima e incierta, hacia lo alto, en el resto del maduro tronco de piel estirada se desprende una enorme quemadura que fractura casi la mitad de la corona de ramas, estas últimas raquíticas y desmembradas de sus hojas.
Penetro en lo profundo de la caverna motivado por una serie de luces en tenue zafiro. Como centenares de corindones en color azul fue deslumbraron en su interior cegándolo a su arribo, cayó en un denso sedimento putrefacto y sintió ser invadido por pegajosos moluscos, sintió ser devorado por pesadas lombrices provenientes del pestilente fango, se sintió asediado en todo su ser e inicio una penosa lucha en su intento de deshacerse del ataque de los asquerosos Nematelmintos”.
Ante tal hecho Fili y compañía solo se limitaron a observar en silencio y detenidamente a Rolando como este se movía y pataleaba como producto de una pesadilla.
…Un silencio siguió.
- Qué onda mí Rolando, que tienes…dice Chucho Karate al momento que lo sacude para volverlo en sí.
- Qué onda maestro ya aliviánate no– dice Fili.
- No manches… -asustado- si ya, que onda ya nos vamos o que – dice Rolando.
- Pues sí no? vámonos.
- Sale…
lunes, 12 de mayo de 2008
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